Las obras están consistiendo en la renovación de toda la superficie viaria para reordenar el espacio mediante el establecimiento de zonas peatonales, de las que carece totalmente en la actualidad, y de una calzada para vehículos. Una diferenciación que se conseguirá, en la segunda fase de los trabajos a desarrollar en las próximas semanas, mediante un asfalto impreso en color negro para la zona destinada al tráfico rodado, y gris para los viandantes, ambas al mismo nivel para evitar posibles barreras arquitectónicas dada la anchura de la calle.

La calle tendrá prioridad peatonal, por lo que en su diseño, además de las bandas longitudinales próximas a las fachadas, se establecerán bandas transversales que refuercen este carácter de espacio para el transeúnte.

Trabajos que se complementarán con el arreglo de los daños de las capas inferiores del pavimento para evitar futuros deterioros más costosos y que llegarán también a la plaza de la Cruz. En este espacio, además de adecuar el parterre existente, se adoquinará y se instalará un banco.

“Esta calle necesitaba una intervención. Era uno de nuestros compromisos y muy pronto va a ser una realidad, además, se van a reducir así las situaciones de peligro con los viandantes, estado diseñada la vía con prioridad para éstos”, ha explicado el alcalde, Francisco Javier Carmona, durante la última de sus visitas a los trabajos.